"... Cuando el reloj de Palacio dé las doce campanadas tendrás que regresar, el hechizo se terminará..."

Cada vez que llego a casa, tengo un recibimiento tan caluroso que me siento feliz!, me siento en mi HOGAR. Saludo a todos y lo primero que hago es entregar a cada uno los presentes que les compre, como detallito de que los recuerdo, de gracias, de aguante, de ser mi familia.
Después del típico almuerzo en la casa de la abuela donde cada uno habla, donde me hacen la entrevista de mi vida de universitaria... levantamos las mujeres la mesa.
Y me dirijo a mi Castillo, mi cuarto, mi mejor escondite, mi salida del mundo real. Me acuesto en mi cama y miro todo alrededor, tantos recuerdos vuelven a mi, como dicen algunos "si las paredes hablaran!". Y como estoy en mi palacio, voy a mis escondites súper secretos y lo busco a él. Mi confidente de la vida, mi amigo imaginario, mi descarga emocional, si, si, es sin duda mi Diario de la Vida, o Diario Intimo.
Lo agarro con cuidado, lo saco del escondite, lo abrazo y con mucha delicadeza comienzo a leer las paginas una por una. En cada párrafo, la misma sensación con que escribí en ese momento, risas, cara de que cabezonaa!!!. Y me digo a mi misma -"Que ingenua, que tontis, que coraje!!, que cara dura"-. Mezcla de emociones desde la primera palabra a la última.
Parece que cada vez que vuelvo a leerlo, mi corazón cambia, se hace más grande... mi amor va creciendo.
Pero siempre sucede lo mismo, cada vez que voy a escribir. Cada vez que vuelvo a casa supuestamente con mis ideas claras... el tiempo que paso en mi hogar, las cosas cambian.
Pero lo que no cambia es el sentimiento, vuelven a mi las incertidumbres, las mariposas en mi panza... la niña enamorada.
Salgo de mi castillo de cristal y vuelvo a la realidad, veo a mis seres queridos, veo a mis amigos. Disfruto del tiempo... Toda bárbaro, divino, pero como es esperado lo veo.
Lo veo, hablamos como los amigos que somos. Salimos, la pasamos de lujo.
Pero algo que no debería pasar sucede, en mi cabeza la razón, en mi corazón el impulso. Y la batalla la termina, esta vez ganado el corazón.
Entro a mi cuentos de hadas... salgo a pasear por mi reino con mi amor. Hablamos, nos reímos, disfrutamos del paisaje. Paseamos en su carruaje con música, que por esas coincidencias de la vida, son ideales para la ocasión. Lo contemplo, le regalo todas mis sonrisas, lo acaricio. Nos besamos y terminamos pasando la noche en compañía de la luna. La noche es corta y yo debo volver a mi realidad...
Me despierto, miro a mi lado y no estoy sola. Que hermoso despertar en sus brazos!!! Mejor no puedo empezar el día. Pero algo es real, lo bueno dura poco. Yo debo salir de esa burbuja donde estamos juntos. Debo volver a la realidad, debo dejarlo, debo dejar mis anhelos en ese momento.
Tomo valor, y me voy de la burbuja. Miro hacia atrás con ansias de no irme, pero es algo más fuerte que yo.
Ya salí, voy hacia mi casa... pero en mi cabeza quedan los recuerdos de esa velada hermosa.
Ya debo volver a mi ciudad de estudio, retomar las cursadas. Alejarme nuevamente de mi Hogar.
Y en el viaje, llevo en mi memoria todos esos recuerdos.
Al principio me cuesta mucho... llego nuevamente con incertidumbre, pero la distancia y el tiempo sin verlo hace que las cosas se alivianen. Y mi vida, vuelve a ser prácticamente igual.
Lo dejo como un recuerdo... lo dejo allá, lejos. Pero todo quedo allá.
εїз •·.· ●๋•* "Me da vergüenza y no sé si decírtelo, si se me nota no levanto la mirada, y me derrito si te tengo cara a cara, si te encuentro a solas, vuelvo a creer en Dios.
Es que me mata tu ausencia, y haberte querido tanto, porque el recuerdo no es real, no acepto más pasarla mal, estemos juntos otra vez.
El tiempo arrasa secuestrando mi pudor, cobro confianza y te dirijo unas palabras, caigo al abismo que el presente nos depara, y febril en la caída pregunto ¿que nos pasó?"